Él te es una bebida milenaria que hoy en día
se consume en todo el mundo. Los chinos, japoneses y los ingleses, son quienes
más disfrutan de su sabor y de sus beneficios. De hecho, los primeros ya
conocían de sus propiedades maravillosas desde hace siglos y fue desde allí que
los ingleses lo llevaron a su territorio, donde se hizo inmediatamente la
bebida preferida.
El té es una bebida que provoca con su aroma
delicioso y cuando uno lo toma se siente más relajado y más alerta; se recobran
las energías para continuar el día luego de una pausa. A diferencia del café,
el té contiene menos estimulantes, por lo que no existirán problemas de
insomnio ni de nervios al consumirlo.
Tanto el té en su variedad conocida (negro)
como el verde o el jazmín, tienen propiedades beneficiosas para el organismo. Una
de estas, y que es poco conocida, es que estimula la buena circulación de la
sangre, sobre todo en los riñones, permitiendo que estos trabajen mejor y
eliminen las toxinas a través de la orina.
El té también es conocido por ser un excelente
antioxidante. Su efecto diurético estimula la eliminación de las toxinas y
deshechos del organismo, lo que
revitalizara nuestra piel, cabellos y uñas. Consume sobre todo té verde, pues
dos tasas de este equivaldrán a un jugo de naranja.
La digestión también mejorara mucho gracias al te, pues su contenido en
aceites esenciales aumentan el flujo de jugos gástricos. Por ellos, se
recomienda siempre consumir algún té verde luego de las comidas.
La teína, principal componente que el té
posee, nos llena de energía y estimula la concentración agilidad mental, manteniéndonos
más productivos. Te recomendamos consumir una taza de té luego del almuerzo
para que repongas inmediatamente las energías y te sientas mejor. El té negro
es el que más teína contiene.
Hemos hablado de los diferentes tipos de esta
bebida, pero ahondaremos un poco más sobre sus características.
Té negro: es el más conocido y el que más se
bebe en el mundo. Consumir este té te ayuda a la buena irrigación del cerebro y
combate la hipertensión. Pero ojo, beberlo en exceso te puede causar
estreñimiento.
Té verde: bebida muy frecuente en China y en
todo el lejano oriente, se le atribuyen propiedades adelgazantes, gracias a que
es muy diurético; también regula el azúcar de la sangre y previene los cálculos
renales. De entre nosotros, este es el té más antioxidante.
Te rojo: un derivado de té negro. A este se le
atribuye ser un poderoso quemador de grasas. Contiene poca teína, lo que es
ideal como bebida energizante sin excesos. Además, ayuda a controlar el
colesterol malo.