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5 ALIMENTOS QUE AYUDAN A MEJORAR TU MEMORIA


Este paso del tiempo tiene un efecto degenerativo natural en el cerebro que hace que no podamos recordar cosas como el nombre de aquella película o donde dejamos las llaves. Pero, atención. El consumo de ciertos alimentos puede retardar ese proceso. A continuación, te contamos cuales son:

ARANDANOS
Estos pequeños frutos contienen antocianinas, un pigmento vegetal que les da su característico color purpura y cuya ingesta diaria reduce los efectos negativos que tiene en nuestro centro operativo. Al mismo tiempo, previene enfermedades como el Alzheimer o la demencia senil.



                                                                             MANZANAS
Poseen altos niveles de quercetina, un antioxidante que protege al cerebro de trastornos neurodegenerativos. Está presente en la pulpa y, en mayores concentraciones, en la máscara de la manzana.


           ESPINACA
Contiene una sustancia química llamada luteína, que protege las células cerebrales del daño degenerativo natural. Además, es rica en ácido fólico, una vitamina que acelera la velocidad del procesamiento de información y mejora el  rendimiento mental.

APIO
Uno de sus componentes, un compuesto llamado luteína, reduce los efectos negativos del envejecimiento y disminuye la liberación de moléculas que producen la inflamación del cerebro y provocan la pérdida de memoria.

       PESCADOS
Los pescados grados como el salmón, el atún, la trucha o las sardinas proporcionan ácidos grasos omega-3, necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Además, también aportan yodo, otro ingrediente que mejora la capacidad intelectual.

HORA DE MOVERSE


Tomando decisiones a tiempo y de forma efectiva.

El reto en esta década es que los seres humanos nos movamos más, comamos mejor y tengamos más vínculos familiares.
Hasta el hartazgo se habla de la obesidad como un problema de salud pública y la data que existe así lo demuestra.
Sin embargo, seguimos insistiendo en que es un tema de alimentación y no se habla de la importancia del movimiento y de la familia.
En Estados Unidos, uno de cada tres niños tiene sobrepeso o es obeso. En la comunidad afroamericana e hispana, casi el 40% de los niños tiene esta condición y dos de cada cinco niños hispanos entre 2 y 19 años tienen sobrepeso o son obesos. Chile ocupa el sexto lugar de niños con problemas de peso y el Perú no está lejos de la estadística, pues ostenta el octavo lugar.
Por eso intentamos, en esa columna, brindar la información a los padres y la comunidad para optar por un estilo de vida saludable, sin que esto signifique ser más papistas que el Papa, obligarlos a que corran 10 km diarios, comer lechugas y tomates y beber solo agua de manantial; sino intentando llevar una vida armónica, ofreciendo alternativas para disfrutar de momentos en la familia y tratando de cambiar el pensamiento en los niños, adolescentes y adultos acerca de lo que es la comida y la actividad física.
Y todo se inicia con la leche de mama, pues se sabe que ayuda a disminuir el riego de obesidad en el niño en un 22%. ¿Cómo fomentamos la lactancia materna en el Perú? Ser madre en este país es complicado: si quieres darle pecho a tu hijo, o dejas de trabajar o te enfrentas a un sistema que no brinda las condiciones apropiadas para la lactancia. Fuera de los beneficios que conocemos  para el habla, la masticación y el peso, la lactancia además hace que los niños tengan más inteligencia.
Esto significa educar, a todo nivel, para que se opten por elecciones saludables durante el resto de la vida. No dejar al colegio lo que le corresponde a los padres hacer en casa, pues por más que se insista en los quioscos saludables, los chicos no comerán fruta si no están acostumbrados a ella. De igual forma, los chicos no se moverán más si no se dan las condiciones en la comunidad ( y eso es seguridad) para que corran en los parques, manejen bicicleta sin que se la roben y disfruten de la vida al aire libre. Si hablamos del colegio, ahora que ya se iniciaron las clases, ¿Cuántas horas le dan a educación física? Dos horas como antaño, quizás menos. Como fuera, igual muchos colegios ostentan ese título y son casas de los pisos donde los chicos se quedan parados durante el recreo, mirándose, y no tienen otra alternativa que el sedentarismo. Apuesto a que muchos de sus hijos no saben lo que es lingo, matagente, 7 pecados y las ligas. ¿Dónde quedo la hora diaria del ejercicio moderado a vigoroso que deben hacer los niños y adolescentes? Y no se diga de los trabajos, pues son pocos los que estimulan a que sus colaboradores se mantengan activos. Por eso año a año aumentan de peso y eso enferma y disminuye la productividad. Y los niños crecen, comen y viven solos, ya que sus padres se deben a la empresa por una cuestión de compromiso y fidelidad. ¡Cosas de la competitividad y la famosa excelencia!
Hay que lograr un cambio y un tiempo. Sin lugar a dudas, la buena comida está unida al buen ejercicio y, como siempre he escrito, también a la presencia de una familia funcional en la casa.
Escrito por: Milagros Agurto (Nutricionista).


LA FRUCTUOSA PODRÍA CAUSAR OBESIDAD


Un estudio sugiere que este tipo de azúcar, presente en las gaseosas, puede provocar cambios en el cerebro que generarían que se coma en exceso.
Un grupo de científicos uso imágenes tomados por resonancia magnética para demostrar por primera vez más común en la dieta estadounidense, puede provocar cambios en el cerebro que podrían llevar a comer en exceso.
Después de tomar una bebida endulzada con fructuosa el cerebro no estimula la sensación de saciedad como lo hace cuando se consume glucosa simple, según los científicos, quienes pertenecen a una investigadora federal estadounidense.
El estudio es pequeño y no demuestra que la fructuosa, o su pariente, el jarabe de maíz de alta fructuosa, pueden causar obesidad, pero los expertos señalan que agrega evidencia de que podrían influir en ello. Estos azucares suelen ser agregados a los alimentos y bebidas procesadas, y su consumo ha aumentado exponencialmente desde la década de 1970, al igual que la obesidad. Una tercera parte de los niños y adolescentes y más de dos terceras partes de los adultos estadounidenses son obesos o tienen sobrepeso.
Los azucares son diferentes, incluso aunque contienen la misma cantidad de calorías, porque se metabolizan de diferente manera en el cuerpo. Por ejemplo, si el azúcar blanca se llama sacarosa, tiene mitad de fructuosa y mitad de glucosa. El jarabe de maíz de alta fructuosa tiene 55% fructuosa y 45% glucosa. Algunos expertos en nutrición señalan que este endulzante podría representar riesgos especiales, pero otros y la industria alimenticia rechazan esa afirmación. Los médicos simplemente dicen que comemos demasiada azúcar en todas sus formas.

EL ESTUDIO
Para el estudio los científicos usaron imágenes tomadas por resonancia magnética para revisar el flujo sanguíneo en el cerebro en 20 personas jóvenes con peso normal antes y después de que consumieran bebidas con glucosa o fructuosa durante dos sesiones con varias semanas de diferencia.
Las imágenes captadas mostraban que beber glucosa “apaga o suprime la actividad de las zonas del cerebro que son cruciales para el apetito y la saciedad por los alimentos”, dijo uno de los líderes del estudio, el medico endocrinólogo de la Universidad de Yale Robert Sherwin. Con la fructuosa “no vemos esos cambios”, dijo. “Como resultado el deseo de comer continua, no se apaga”.
Lo que se recomienda es cocinas más en casa y limitar los alimentos procesados que concluyen fructuosa y jarabe de maíz con alta fructuosa, sugirió Purnell. “Traten de evitar las bebidas endulzadas, esto no significa que nunca las puedan tomar”, pero sí que se debe controlar su ración y la frecuencia con la que se consumen, dijo.
FUENTE: El comercio


ALIMENTOS QUE PODRÍAN CAUSAR INSOMNIO


Además del café, las comidas altas en grasas, las verduras crudas y hasta el chocolate negro también podrían evitar que concilies el sueño.
Dar vueltas en la cama. No  has tomado café. Estas tranquilo. No sabes a quien señalar como el culpable de tu insomnio. ¿Has pensado que lo que comiste podría ser responsable de tu falta de sueño? Ediciones elaboran una lista de alimentos que podrían hacerte más difícil el camino hacia el reino de Morfeo.

FRITURAS

Múltiples estudios indican que los alimentos altos en grasas, como las papas fritas, no solo pueden producir que subas de peso. También interrumpir los ciclos normales de sueño.


VERDURAS Y HORTALIZAS CRUDAS
Según expertos afirman que vegetales como el brócoli crudo, la coliflor y las zanahorias pueden interrumpir tu sueño, ya que “continuaran moviéndose incómodamente a través de tu sistema digestivo bastante tiempo”.

ALGUNOS EMBUTIDOS

Algunas investigaciones indican que algunos embutidos y carnes curadas como el pepperoni, los hot dogs y el salame contienen altos niveles de un aminoácido conocido como tiramina. Este produce que se eleve la producción de norepinefrina, un estimulante cerebral relacionado con el estrés y capaz de elevar la frecuencia cardiaca.

CHOCOLATE 

El café no es el único que contiene cafeína. Algunos chocolates negros pueden contener la misma cantidad de esta sustancia que una lata de un energizante de 80 miligramos. Cuanto más cacao contenga este dulce, mas estimante será.

                                    

        
        CUESTIÓN DE HORARIOS
No solo lo que comes puede provocar que te sea más difícil conciliar el sueño. El consumir alimentos altos en calorías poco antes de dormir también puede producir insomnio. Asimismo, algunos estudios sugieren que “atracarse” con helados media hora antes de ir a la cama puede provocar pesadillas.





LA AMENAZA BLANCA



LA VERDAD SOBRE LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA, SUS CAUSAS Y CUESTIONAMIENTOS


¡Fiorella estaba tan avergonzada! Casi una hora después de haber disfrutado de una pizza y un poco de helado con un grupo de amigos, su estómago comenzó a retumbar repentinamente como si se tratara del motor de un autobús. Pronto, la barriga empezó a dolerle sin compasión y tuvo que ingresar al baño cada cinco minutos. “Quería que la tierra me tragara”, recuerda. Con tanta diversión en el centro comercial, Fiorella se había olvidado de vigilar su ingesta de leche, como le había indicado el médico. Ella padece desde los cuatro años de Intolerancia a la Lactosa (IL) y sus síntomas afloran cuando toma as leche de la que su cuerpo puede soportar.
“Las personas con IL generalmente no toleran la leche ni otros lácteos. Cuando su organismo detecta su presencia aparecen cuadros de diarrea, ruidos intestinales, distención abdominal, gases náuseas y retortijones”, precisa la nutricionista Mónica Bamonde.
La IL se presenta cuando el intestino delgado no es capaz de absorber la lactosa (o azúcar de la leche) debido a la deficiencia de una enzima llamada lactasa. Esta se encarga de transformar o “desdoblar” la lactosa en azucares más simples, como la glucosa y la galactosa, que son fácilmente absorbidos en el torrente sanguíneo y transformados para energía del organismo. “Cuando la lactasa no actúa correctamente o no está presente, las bacterias intestinales se encargan de desdoblar la lactosa provocando los síntomas propios de la intolerancia. La severidad de estos síntomas dependerá de la cantidad de lactosa que cada persona pueda soportar”.


AZÚCAR AMARGO

Pero rojo, la IL no es una intolerancia a la leche: es más bien una intolerancia al azúcar que esta contiene. Como asegura el nutriólogo Arnaldo Hurtado, la leche es un alimento necesario para la vida humana ya que soporta la cantidad de grasas necesarias  para el crecimiento de los niños, y es un alimento importante para el desarrollo y fortalecimiento de los huesos (muy importante prevenir la osteoporosis). “Mucha gente tiene la costumbre de no consumir lácteos, y eso produce también una baja de lactasa. Esto sumado a los factores genéticos y culturales podría condicionar este cuadro”.
Sin embargo el debate empieza cuando constatamos que los niños en edad escolar y los adultos son los más afectados con esta enfermedad. Sucede que en la etapa infantil, el ser humano esta genéticamente programado para perder enzimas como parte de un proceso biológico. Según el endocrinólogo Víctor Benavides, el cuerpo humano está preparado para consumir lactosa únicamente en los seis u ocho años meses de vida. Precisamente cuando nuestro alimento primario es la leche materna. Luego de esta etapa (cuando ocurre el llamado “destete”) el consumo de leche se hace cada vez más distanciado, por lo que la lactosa va disminuyendo hasta ausentarse de manera definitiva.

“La etapa de lactancia cuando salen los dientes. Sin embargo, el ser humano es inducido a seguir lactando durante toda su existencia, y lo más extraño es que lo hace utilizando leche de especies distinta a la raza humana. El problema surgió cuando los europeos trajeron la costumbre de tomar leche animal hasta la edad adulta, justamente cuando la lactasa escasea de forma natural”.

ADAPTACIÓN BIOLÓGICA

Esta suerte de variabilidad en los hábitos alimenticios explicaría por qué la IL es tan común en poblaciones del norte y occidente de Europa. Los europeos tienen una historia de más de diez mil años en el consumo de leche animal, lo que les ha permitido una adaptación biológica a lo largo de muchas generaciones (solo un 10%) de europeos padece IL). En cambio en otros continentes, entre ellos América, donde el consumo de lácteos a lo sumo tiene menos de 500 años.

Nuestros antepasados no conocieron en ganado vacuno u ovino hasta la llegada de los españoles. Cuando dejaban la leche materna, los niños conseguían más fuentes nutritivas en verduras y legumbres como la quinua (rica en calcio) o en otros productos propios de cada región. Continua Benavides: “Los asiáticos, africanos y americanos precolombianos jamás tomaron leche después de deslactarse. Sin embargo, la conquista obligo a la mayoría de indígenas a adaptarse a esa costumbre extraña hasta entonces.

En los archivos de Indias, por ejemplo, se consigna como los aborígenes eran obligados por los encomenderos a comprar leche de vaca y la manera en que eran víctimas de ‘tormentas de agua y lodo’ refiriéndose a los vómitos y diarreas resultantes de dicha intolerancia digestiva”.
Las cifras no mienten: más del 75% de afroamericanos y nativos americanos sufre en la actualidad de IL y más del 90% de asiáticos también, producto de todo un bagaje lácteo heredado por los conquistadores. En el Perú, las estadísticas nos hablan de un tercio de la población, aunque el hecho de que la leche de vaca sea de uso eventual o nulo en la mayoría de peruanos dificulta un diagnóstico preciso.

“No hay que olvidar que es la propia naturaleza la que determina la perdida de lactosa. Algunos pueblos mantienen activa dicha enzima por motivos de necesidad, ya que se alimentaron principalmente de la leche del ganado (como ocurrió con los europeos). Sin embargo, el resto, un 75% de la población, no tiene dicha capacidad”.

DIETA CON CALCIO

Las consecuencias de la IL varían de acuerdo a la edad. Un niño que no tolera la lactosa padece de diarrea y no gana peso cuando la leche forma parte de la dieta. En los adultos, una diarrea intensa puede impedir una adecuada absorción de nutrientes porque estos son eliminados del cuerpo con una demasiada rapidez. “Además, la IL trae como consecuencia una reducción en la ingesta de calcio. Los niños y adultos que tienen IL deberían asegurarse de obtener suficiente calcio con dietas especiales, que pueden incluir pequeñas cantidades de lácteos, aunque debemos tomar en cuenta que hay otros alimentos que también aporta este mineral, incluso más que la leche”, indica el nutriólogo Hurtado.
Uno de los exámenes más usados para medir la absorción de la lactosa en el sistema digestivo es el Test de Tolerancia a la Lactosa (TTL). En ayunas, se bebe un líquido que contiene lactosa. Posteriormente se toman muestras de sangre en un periodo de dos horas para medir el nivel de glucosa. El resultado indica lo bien que el cuerpo puede dirigir o no la lactosa.

El examen de Hidrógeno del Aliento es otro de los métodos más utilizados por los galenos. El paciente ingiere una bebida con alto contenido de lactosa y posteriormente se analiza el aliento a intervalos regulares para medir la cantidad de hidrógeno  “La lactosa no digerida en el colon es fermentada por las bacterias y da como resultado la producción de varios gases, incluyendo el hidrógeno. Cuando existen niveles altos de hidrógeno en el aliento, se diagnostica la ingestión inadecuada de lactosa”.

Puede también realizarse un test de acidez de las heces o una biopsia del intestino del intestino delgado que permite determinar la presencia o no de enzima lactosa en la mucosa intestinal. “Esta prueba puede descubrir otras posibles causas de absorción. Existen casos donde la IL tiene un origen patológico o congénito. Además algunos niños nacen intolerantes, aunque son casos muy raros”, afirma Benavides.
Si usted sospecha que pueda tener enfermedad, intente hacer este examen en casa: deje de consumir lácteos por diez días. Si los síntomas desaparecen puede tener una leve certeza de tener IL. “Luego de este periodo consuma pequeñas cantidades de lácteos por la misma cantidad de días. Si los síntomas regresan se debe llamar a un especialista”, refiere el gastroenterólogo Gustavo Gálvez.

COMO TRATARLA

La intolerancia a la lactosa puede ser controlada evitando los alimentos que la contengan (sobretodo productos lácteos). Pero cuidado: el cambio no debe ser brusco sino paulatino. Una supresión vertical, sobre todo en los niños pueden alterar seriamente la conducta alimentaria frente a sustancias desconocidas.” Hay que tener en cuenta que las pequeñas cantidades de lactosa pueden ser toleradas hasta que, en forma gradual, los alimentos que la contengan sean definitivamente erradicados. Los productos lácteos fermentados como el yogurt produce una mejor absorción de la lactosa, y se toleran mejor que la leche ya que contienen microorganismos que la desdoblan. Además, en muchos supermercados se puede encontrar leche preparada especialmente sin lactosa para aquellos que insistan en seguir lactando fuera de tiempo”, precisa Benavides.

Existen también sustitutos de la leche, como la soya que, además de estar enriquecida, puede remplazarse eficazmente. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado al momento de adquirir estos productos ya que en el mercado hay unos elaborados con suero de leche, y que por lo tanto desencadenaran indefectiblemente la IL, como denuncio hace unos días Alerta Nutricional. “Leer las etiquetas debería ser habito casi compulsivo para todos los usuarios de estos productos. Recomiendo consumir otros alimentos ricos en calcio y tener cuidado con las fuentes ocultas de lactosa como panes, helados, galletas, sopas y aderezos”, concluye el Dr. Benavides.





Seguimos con la lactosa...
En la infancia aprendimos eso de que la leche nos ayuda a crecer fuertes y sanos. Sin embargo, saber que este rico alimento es el responsable de los problemas digestivos de casi un tercio de los peruanos, según un estudio de Alerta Nutricional, pondría los pelos de punta.

El tema de la Intolerancia a la lactosa (IL) continúa siendo motivo de debate entre los innumerables defensores del consumo de lácteos y aquellos que reafirman que este ataque digestivo se desencadeno precisamente cuando el ser humano empezó a tomar leche de vaca.
Según mas investigaciones, cerca del 50% de sudamericanos, asiáticos y africanos padecen de IL, pero esta solo afecta a un 10% de europeos. ¿A qué se debe tal diferencia?
Para el endocrinólogo Víctor Benavides, la IL pasa por un tema de adaptación biológica entre poblaciones. Los europeos tienen miles de años consumiendo leche animal, en cambio como la nuestra no. “La conquista obligo a muchas poblaciones a consumir leche de vaca aun en la adultez,  cuando lo natural es que el ser humano solo lacte hasta el año de vida, precisamente cuando la actividad de la lactasa empieza a disminuir”. Sin embargo para otros investigadores, el tema va por la capacidad del organismo para dirigir la totalidad de la lactosa ingerida y no por un mero accidente histórico. “Si bien estamos programados para reducir paulatinamente la actividad de la enzima lactasa conforme creemos, este proceso se agudiza cuando dejamos de tomar leche. La leche humana tiene un 50% más de lactosa que la leche de vaca, de manera que luego del destete no solo no se incrementa la cantidad de lactosa ingerida, sino por el contrario, disminuye. Por eso es importante reintroducir la lactosa de forma gradual consumiendo leche de vaca”.

Uno de los puntos en donde los especialistas más difieren es relacionando con las cifras y la envergadura de la IL dentro de la población. Para algunos, la IL estaría sujeta, en parte, a la cantidad de leche que tomamos en la adultez. El 70% de los adultos tiene diversos grados de producción de lactasa, algunos con la imposibilidad absoluta de dirigir la leche y otros con una relativa que depende del volumen de la ingesta. “Un recién nacido toma en promedio 200 mil de leche por kilo por día. Si lo extrapolamos a un adulto de 70 kilos necesitaría tomarse 14 litros de leche. Ningún adulto lo hace. Todo depende el volumen que tenemos. La leche es un alimento más en la dieta adulta, por eso la intolerancia a la lactosa, se presenta en algunos y otros no”, precisa el pediatra Hugo Campos.

De otro lado, para el gastronómico Gustavo Gálvez gran parte de los casos de intolerancia podrían estar relacionados con otras enfermedades propias del intestino delgado que, de igual manera, condicional el organismo para que deje de producir enzimas como la lactasa. “Muchas personas catalogan su diarrea o producción de gases como una Intolerancia a la lactosa cuando en realidad puede ser una manifestación de otros desordenes, como la enfermedad celiaca, un sobrecrecimiento bacteriano o la enfermedad de Crohn. Si n embargo, la IL también tiene de trasfondo un factor genético que debe ser tomado en cuenta por eso que afecta a unas poblaciones más que a otras”.


LECHE CORTADA



Mucho se ha especulado sobre la presencia de IL, en la etapa infantil. Algunos especialistas señalan que la incidencia de IL, en los niños puede ser tan similar como en los adultos. Sin embargo, hasta el momento no existen evidencias que así lo comprueben. Los estudios demuestran que incluso los niños a los que se diagnostica IL desde el nacimiento (casos muy raros) pueden tomar pequeña cantidades de leche. “La IL no es una condición común entre los bebes y niños. Además, se ha descubierto que la IL es una enfermedad recesiva, es decir que los hijos de una persona tolerante con otra intolerante da como resultado un bebe tolerante a la lactosa. Es de suponer que a largo plazo la IL desaparecerá”.


OMEGA-3 INFLUYE EN PERSONALIDAD Y ESTADO DE ANIMO EN ADULTOS SANOS



Según un artículo publicado este mes en la revista científica Medical News Today, los ácidos grasos Omega-3 podrían tener un impacto favorable sobre el estado anímico. la personalidad y comportamiento de los seres humanos.

Un equipo de investigación de la Universidad se Pittsbugh acaba de dar a conocer los resultados de un estudio realizado para medir otros beneficios hasta ahora no conocidos del consumo de Omega-3.

Los científicos midieron en nivel de Omega-3 en la sangre de 106 voluntarios (todos de ellos sanos). Los participantes que tenían un nivel más bajo de ácidos grasos Omega-3 en la sangre tenían mayor probabilidad de sufrir síntomas de depresión suave o moderada, tenían una actitud en general más negativo y tendían a ser más impulsivos.
Por otra parte, los participantes que tenían un nivel de ácidos grasos Omega-3 más alto en su sangre, eran en general más amables.

En declaraciones de una de las científicas que han participado en la investigación, Sarah Conklin, “Un número de estudios previos han relacionado niveles más bajos de omega-3 en personas que sufren enfermedades importantes como la depresión aguda, desorden bipolar, esquizofrenia, adicción a sustancias o el trastorno de déficit de atención. Sin embargo, pocos estudios han demostrado que esta relación también existe en los adultos sanos. Sepamos bien como consumir Omega-3.


TRAS EL EJERCICIO, REPONGA LÍQUIDOS


Las bebidas hidratantes son necesarias cuando se practica mucho deporte. Pero no olvide que puede hacer una casera, mezclar zumo de frutas con agua mineral o agua con miel, fruta licuada y una pizca de sal son algunas opciones.
Además de ser bueno para la salud, practicar deporte nos hace más agiles, más rápidos, nos da más resistencia, mayor seguridad de movimiento… nos hace sentir bien. Pero a la par de ejercitarnos, es necesario hidratarnos adecuadamente, sobre todo en verano, en que la transpiración es mucho mayor y perdemos más sales minerales a través del sudor.
Beber agua natural es una buena forma de estar hidratados. Gaseosas y jugos envasados no se aconsejan, porque contienen demasiada azúcar.
Pero si deporte que usted practica le demanda más de una hora al día e implica una buena perdida de energías, entonces podría optar por las bebidas hidratantes. No necesariamente debe tomarlas a diario, tal vez a la semana.

“Con el sudor se pierden electrolitos y puede haber una necesidad de recuperar esa glucosa que ha disminuido. Por ejemplo, un maratonista puede tomar un rehidratante. Pero una persona con  diabetes o exceso de peso, mejor no porque esta bebida tiene azúcar que no gastamos por medio de la actividad física se convierte en grasa”, expresa la nutricionista Mariana Hermosa.
En efecto, junto con la sudoración se pierden minerales, sobretodo sodio, cloro, potasio y magnesio. Ello puede afectar e metabolismo.
Pero no siempre la opción comercial es la mejor. Como aconseja Hermosa, también se puede tomar un emoliente o jugo de fruta, como de carambola, maracuyá o incluso chicha morada. O simplemente agua y una fruta (naranja, plátano, mandarina, etc.), que tiene carbohidratos que ayudan a recuperar la energía pérdida, los minerales y el agua.

SIETE RAZONES POR LAS QUE PUEDES CONSUMIR ALIMENTOS QUE CONTENGAN FIBRA


Los alimentos ricos en esta sustancia son capaces de reducir el colesterol, prevenir la diabetes e incluso ayudarnos a bajar de peso.  “Hay que comer fibra alimentaria”, dicen siempre los nutricionistas. Sin embargo, ¿sabemos realmente los beneficios que aporta a nuestra salud su consumo? El portal de noticias Huffington Post elabora una lista de las razones por las que esta sustancia no debe faltar en nuestra dieta.

PARA VIVIR MÁS
Según un estudio publicado el año pasado, quienes cumplieron o excedieron las dosis de fibra recomendada (25 gramos para mujeres y 38 gramos para hombres) tenían una mayor probabilidad de vivir de 9 años o más que quienes no cumplieron con estos requerimientos.

PARA LA SALUD DEL COLON
Aunque las más recientes investigaciones sugieren que este alimento no ayuda a prevenir el cáncer de colon, como lo afirmaran anteriores estudios, la fibra alimentaria puede prevenir, por ejemplo, la aparición de hemorroides y divertículos.

REDUCE EL COLESTEROL
La fibra soluble está presente en alimentos como la avena, la papaya, las ciruelas, las zanahorias, los cítricos y múltiples legumbres y, según Huffington Post, cumple un importante rol en la reducción de las lipoproteínas de baja densidad, es decir, del colesterol “malo”.

AYUDA A PREVENIR LA DIABETES
Por otro lado, la fibra disminuye la absorción de azúcar en la corriente sanguínea. Esto contribuye a regular el nivel de azúcar en la sangre. Asimismo, múltiples estudios indican que, a largo plazo, este alimento puede disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, especialmente en grupos de alto riesgo.

CONTRIBUYE A LA DIGESTIÓN
Al añadir volumen y densidad a la materia fecal, la fibra contribuye a facilitar el movimiento del destino. Asimismo, ayuda a evitar el estreñimiento.

PARA BAJAR DE PESO
Si lo que deseas es adelgazar, este alimento puede convertirse en tu gran aliado en la batalla por perder peso. ¿La razón? Esta tarda más tiempo en descomponerse al ser ingerida, por lo que hace que la sensación de saciedad se mantenga por más tiempo.

CUIDADO AL CORAZÓN
Tras elaborar un serie de estudios a gran escala, los investigadores finalmente han concluido que existe un vínculo entre la fibra y la reducción del riesgo coronario. Según la Universidad de Harvard, quienes ingieren la dosis necesaria de este alimento tienen un 40% menos de posibilidades de desarrollar una enfermedad al corazón que quieres no consumen lo necesario.

¿DONDE ENCONTRARLA?
Existen dos tipos de fibra:
  • La soluble
  • La insoluble

Los alimentos ricos en el primero de estos dos grupos son, por ejemplo, el salvado de trigo, los vegetales de raíz, los cereales y las frutas como la manzana y cítricos. Por el otro lado, algunos de los grandes representantes del segundo conjunto son la avena, la papaya, las ciruelas, la zanahoria, las legumbres y los frutos secos como las almendras, entre otros.

COMIENDO CON LOS BEBÉS


UNA BUENA ALIMENTACIÓN INFANTIL

Una buena alimentación infantil es vital para que el niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no solo a su crecimiento físico, sino a su desarrollo intelectual. Una correcta alimentación del niño durante los primeros años de vida puede repercutir positivamente en su estado de salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse con los demás, pensar y racionalizar, socializarse, adaptarse a nuevos ambientes y personas y, sobre todo, en su rendimiento escolar. Una buena alimentación puede influir en su futuro.
Edad de introducción de los distintos alimentos en la dieta del lactante.


   

BEBES DE 4 A 6 MESES

CREMA DE ARROZ

Ingredientes
  • 200 gramos de caldo vegetal
  • 4 cucharadas de crema de arroz
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
Preparación

Calentar el caldo y verter la crema de arroz en forma de lluvia, removiendo cuidadosamente. Condimentar con el aceite.


CREMA DE FRUTAS

Ingredientes

  • 1 pieza de fruta (manzana, pera, plátano, papaya)
  • 3 cucharadas de leche de continuación
Preparación

Pelar la pieza de fruta elegida, quitar las semillas, poner a hervir y triturar. Mezclar la papilla de fruta con tres cucharadas de leche de continuación.

MAÍZ Y TOMATE

Ingredientes
  • 200 gramos de agua
  • 50 gramos de tomates maduros pelados
  • 2 cucharadas de crema de maíz
  • 1 cucharadita de aceite de oliva

Preparación

Pelar los tomates, aplastarlos y, con la ayuda de un tenedor, retirar las semillas. Después, colocar los tomates en un cazo con agua al fuego. Cuando hierva, añadir la crema de maíz y remover cuidadosamente. Apagar el fuego, y condimentar con el aceite.


BEBÉS DE 7 A 9 MESES

CALDO DE VERDURAS

Ingredientes

  • ½ litro de agua
  • 50 gramos de 5 verduras de temporada poco aromáticas

Preparación

Después de cocer las verduras (comenzar con una o dos variedades), colar el caldo son aplastar las verduras.


PAPILLA DE MERLUZA

Ingredientes
  • 1 rodaja de merluza
  • 1 papa
  • 1 tallo de apio
  • 2 tomates maduros
  • ½ zanahoria
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • Unas gotas de zumo de limón

Preparación

En una cacerola con agua, introducir las verduras previamente lavadas y el pescado. Dejar cocer. Cuando este todo cocido, escurrir el pescado, retirar la piel y las espinas, y pasarlo por el pasapurés junto con la papa, la zanahoria y los tomates. Añadir al puré obteniendo unas gotas de zumo de limón y la cucharada de aceite.

PESCADO CON SU NOMBRE

Ingredientes

  • 1 filete de lenguado sin espinas
  • 1 vaso de leche 150 de harina para rebozar
  • 1 bote de kétchup puré de papa

Preparación

Se introduce el pescado fresco o congelado en leche durante un pequeño tiempo para que tome sabor. Se escurre bien, se reboza en harina, se fríe y para que se lo coman mejor los peques se pone al lado su nombre escrito con kétchup y si el niño es muy pequeño se decora con figuritas de verduras o con puré de papa.



COMO ALIMENTAR A TU NIÑO DE 3 Y 4 AÑOS


Una dieta sana y equilibrada da a tu niño todas las vitaminas y nutrientes que necesita para crecer, pero a veces puede ser difícil de lograr. No te preocupes, la mayoría de los niños pasan por una etapa donde son exigentes al comer. He aquí algunas ideas para ayudarte.

¿Cómo puedo motivar a mi hijo a que coma bien?


Manten la calma y ofrécele a tu hijo alimentos nutritivos, pero deja que el decida cuanto va a comer. Puedes estar segura de que sabe mejor que tu cuanta comida es suficiente para el. Como regla general las porciones no deben exceder el tamaño de su puño cerrado.

Manten un horario regular para las comidas y las meriendas, teniendo en cuenta las siestas de tu hijo. Ofrece tres comidas regulares y dos o tres pequeñas meriendas nutritivas. Los siguientes son ejemplos de refrigerios nutritivos:
  • Fruta
  • Tomatitos miniatura y cubitos de queso
  • Yogur con bayas o rebanadas de fruta
  • Un sándwich pequeño
  • Batido de vegetales o pan con hurnus
  • Batido de frutas y leche
  • Torta, bollo o pan con una taza de leche
  • Frutos secos
Evita darle a tu niño una comida principal justo antes de la siesta, ya que es probable que este demasiado de comer. En su lugar, dale una pequeña merienda o algo de tomar y una comida cuando se despierte. Las meriendas que se dan equitativamente entre las comidas, ayudan a evitar las petaletas por tener demasiada hambre. Evita darle dulces o productos envasados como las papas fritas o masitas. Alguna fruta seca o galletitas de agua son un buen ejemplo.
Haz las comidas interesantes y divertidas. Los postres nutritivos son una parte valiosa de la comida; siempre incluye uno y nunca lo uses como una recompensa por comerse el plato principal. Ejemplos de postres nutritivos incluyen ensalada de frutas con yogur, arroz con leche y fruta cocida o una magdalena o un panqueque con algunos trocitos de fruta.
Come con tu niño tan a menudo como sea posible, y sirve alimentos nutritivos que también quieres que él coma. Los niños aprenden el gusto por los alimentos probándolos, pero a menudo sólo probarán nuevos alimentos si ven a otras personas comerlos. Recuerda que eres su modelo a seguir y anímalo haciendo comentarios positivos acerca de los alimentos durante las comidas, tales como, "Mmm, esto está delicioso", "Mmm, las zanahorias son mis vegetales favoritos". 

Los niños a esta edad tienen ya sus propios gustos respecto al sabor y la textura de los alimentos. A algunos les gusta su comida bañada en salsa, mientras que otros la prefieren seca. Hay niños a quienes les gusta que cada alimento esté separado de los demas en el plato
. A muchos niños no les gusta la carne fibrosa o alimentos que sean dificiles de masticar. Respeta las preferencias de tu hijo pero no le prepares una comida completamente diferente a la del resto de la familia. Cada vez que puedas, ofrécele los mismos alimentos que los demás estén comiendo, pero asegúrate de que al menos uno de los alimentos sea algo que le gusta. Con el tiempo, los gustos cambian, así que es importante seguir ofreciéndole a tu niño todo lo que la familia coma. 




¿Qué alimentos debo ofrecerle a mi pequeño?
Cada día, ofrece una variedad de alimentos de los cuatro grupos de alimentos nutritivos: 

1. Alimentos que contienen granos o harinas (hidratos de carbono) 
Ofrece estos con cada comida y con algunas meriendas. Incluyen cereales de desayuno enteros y sin azúcar agregada, pasta, arroz, cuscús, papas, batatas (boniatos), plátano y cualquier alimento hecho con harina, preferiblemente integral, como pan, galletas, bollos y tortitas. 

2. Frutas y vegetales 
A los niños les pueden llevar algún tiempo aprender a comer una amplia variedad, especialmente de vegetales. Sigue ofreciéndoselos en cada comida para que tu niño aprenda que siempre son parte de una comida normal. Las frutas son a menudo más populares. Córtalas en trozos para que sean más fáciles de comer y siempre incluye frutas como parte del postre o como único postre.

3. Alimentos con alto contenido de hierro y proteínas 
Ofrece estos en una o dos comidas cada día. Incluyen carne, pescado, huevos, nueces y legumbres. Las legumbres son alimentos como frijoles, garbanzos, humus o lentejas. Ofrece trozos suaves y tiernos de carne ya que algunos niños tienen dificultad para masticar carnes duras. Elige embutidos de buena calidad, albóndigas y hamburguesas que tengan un alto contenido de carne magra y un bajo contenido en sodio. Estos alimentos son populares y nutritivos para los niños pequeños. 

Si tu familia es vegetariana, es recomendable consultar con el pediatra o con una nutricionista sobre la dieta de tu pequeño. Como está desarrollándose, es importante que su alimentación incluya todos los nutrientes necesarios para su crecimiento. Si no come carne, posiblemente el doctor recomendará que coma 

4. Leche, queso y yogur 
Ofrece a tu niño estos alimentos al menos tres veces al día. Los productos lácteos proporcionan mucho calcio para los huesos en crecimiento, pero son extremadamente bajos en hierro. Los niños en edad preescolar necesitan menos leche que los bebés y no se les debe dar grandes biberones de leche; ofrece dos a tres vasos diarios, pero no excedas un litro de leche al día. Las grandes bebidas de leche reducirán el apetito de tu niño por otros alimentos, especialmente los más altos en hierro, y proporcionaran calorías innecesarias. 

Los niños de dos años pueden seguir tomando leche entera, pero pueden cambiar a leche semidescremada si esto es más conveniente para la familia. La leche semidescremada tiene cantidades similares de proteínas y calcio, pero es más baja en vitamina A que la leche entera. La leche descremada no debe administrarse a niños menores de cuatro años de edad. Ocasionalmente el pediatra puede recomendarla a los dos años si hay historia familiar de enfermedades cardiacas. 

Podrías considerar usar una leche fortificada con vitaminas y hierro. Muchos niños en edad preescolar que son difíciles para comer no ingieren suficiente hierro y pueden presentar anemia por deficiencia de hierro. 


¿Qué debe tomar mi hijo a esta edad?
Ofrécele de seis a ocho bebidas pequeñas durante el día, una con cada comida y una con cada merienda. Tu niño puede necesitar más líquidos cuando hace mucho calor o si está especialmente activo, ya que puede deshidratarse rápidamente. 

Si todavía usa un biberón trata de eliminarlo y darle todas las bebidas, incluyendo la leche, en tazas y vasos. Tomar bebidas de un biberón, hace más lento el proceso de beber y prolonga la exposición a los azúcares dañinos. Esto aumenta el riesgo de caries y erosión del esmalte dental. Si no consigues quitarle el biberón durante un tiempo, asegúrate que después del biberón bebe agua para prevenir el daño dental. 

La leche y el agua son las bebidas más seguras para dar entre comidas. Restringe los jugos de frutas a la hora de la comida, ya que el ácido en los jugos puede dañar los dientes cuando se bebe entre comidas o varias veces al día. 

Las bebidas dulces y ácidas, como los "ponches de frutas", también causan caries si se beben con frecuencia entre las comidas y contribuyen al sobrepeso y la obesidad. Si los ofreces, dilúyelos con agua y dáselos a tu hijo sólo con poca frecuencia y únicamente a la hora de comer En realidad, es mucho mejor limitarlos al máximo, especialmente los que vienen ya preparados comercialmente. 

Las bebidas deportivas no se deben dar a los niños pues tienen un alto contenido de azúcar y minerales destinados sólo para atletas muy activos. 



¿Qué alimentos debo limitar?
Los alimentos altos en grasa y azúcar dan a los niños en edad preescolar un poco de energía extra, que necesitan para su crecimiento. Estos incluyen alimentos como mantequilla, margarina, aceite, pasteles, galletas y helados. Inclúyelos sólo en pequeñas cantidades. Puedes ofrecerle a tu hijo ocasionalmente como postre pastel o galletas y fruta. Si tu hijo está inactivo, por ejemplo, si pasa mucho tiempo sentado viendo la televisión, sólo debes ofrecer estos alimentos en cantidades muy limitadas. De lo contrario, puede desarrollar sobrepeso. 

Para prevenir la obesidad, se recomienda también que los niños estén físicamente activos por lo menos una hora diaria y se debe limitar la televisión o las actividades sedentarias a no más de dos horas diarias. 

Dulces y chocolates y otros alimentos azucarados se pueden incluir como un placer ocasional entre comidas, pero pueden dañar los dientes de tu niño si los come con frecuencia. También pueden reducir el apetito de tu hijo por los alimentos saludables además de ser grandes contribuyentes a la epidemia de obesidad que nos afecta. 
Alimentos salados La dieta típica en Estados Unidos, y en gran parte del mundo occidental, suele tener un exceso de sal o sodio. La mayoría proviene de los alimentos procesados. El exceso de sodio puede producir problemas de salud, como hipertensión entre otros, por tanto el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos aconseja limitar la ingestión de sodio en los adultos a no más de 1 cucharadita de sal al día. En el caso de los niños, el consumo de sal en los alimentos cocinados estará marcado por el paladar de la familia, aunque es recomendable usarla con mesura. Es difícil calcular cuánto sodio contienen los alimentos, ya que algunos alimentos naturales contienen sal, pero estos consejos te ayudarán a evitar el exceso de sal: 


• Mantén las papas fritas y otras meriendas saladas como un alimento ocasional; no se los ofrezcas a tu hijo más de una vez por semana 

• No agregues sal a la comida en la mesa 

• Usa hierbas y especias en lugar de un exceso de sal para dar sabor a los alimentos que preparas 

• Mantén los alimentos procesados al mínimo y cuando puedas elegir, utiliza la variedad baja en sal 
El pescado graso, como la sardina, la caballa, el salmón, el atún fresco, la trucha y la anguila, son una buena fuente de grasas omega 3 y también de vitaminas A y D. Ofrécelos una o dos veces a la semana. Como algunos pueden contener rastros de toxinas, especialmente mercurio, que pueden acumularse en el cuerpo, es preferible limitar la frecuencia con que tu niño come pescado graso. Existe un posible riesgo de que los altos niveles de estas toxinas puedan causar problemas de salud y del desarrollo. Por este motivo, dos veces a la semana es el límite recomendado. 

Nueces Los niños cuyos familiares sufren de fiebre del heno, asma, eczema o alergias a alimentos, no deben consumir cacahuates o mantequilla de cacahuates antes de los tres años de edad. Otros frutos secos, como las nueces, las almendras o las avellanas, están bien mientras se piquen o muelan finamente o como una mantequilla de nuez. 

Los aditivos y edulcorantes que se utilizan en los alimentos han sido probados para la seguridad del consumidor adulto. Sin embargo, se deben evitar grandes cantidades de edulcorantes, que a menudo se encuentran en las bebidas. Diluye las bebidas que contienen edulcorantes con abundante agua y si se pueden evitar es mejor ya que no hay evidencia a largo plazo de que no tienen consecuencias en los niños. 

Alimentos ricos en fibra Si todos los alimentos que sirves en una comida son integrales, tu hijo puede sentirse muy lleno antes de haber comido lo suficiente. Ofrece una mezcla de cereales y panes integrales y blancos, y poco a poco aumenta la cantidad de cereales integrales a medida que tu hijo se acerque a los cinco años de edad.

¿Qué alimentos debe evitar por completo mi niño?

• Los huevos crudos o parcialmente cocidos y los mariscos pueden causar intoxicación alimenticia en los niños pequeños. Si se los ofreces, asegúrate de que estén bien cocidos. Los mariscos no se deben consumir más que una vez por semana. 

• Los peces grandes que viven por muchos años, como el tiburón, pez espada y pez aguja, pueden contener altos niveles de mercurio y no se les deben dar a los niños. 

• Las nueces enteras pueden provocar asfixia, así que no deben darse a niños menores de cinco años. 

• El té y el café se deben evitar, ya que reducen la absorción del hierro de los alimentos y su contenido de cafeína estimula mucho a los niños. Las colas o gaseosas dietéticas suelen tener alto contenido de cafeína y además pueden dañar los dientes, por lo que también se deben evitar. 


¿Los niños pequeños necesitan suplementos vitamínicos?
El gobierno recomienda dar suplementos que contengan vitaminas A y D a los niños menores de cinco años para prevenir el raquitismo, una enfermedad de los huesos, y así asegurar su crecimiento y desarrollo normal. Esto es especialmente importante para los niños quisquillosos al comer y los de origen asiático, africano o medio oriental.